¿Qué es?
Esta técnica es la manera más común de preservar la capacidad de concebir en el futuro. Al igual que en la FIV convencional, se precisa una estimulación ovárica previa con gonadotropinas, por lo que el tiempo promedio para completar esta técnica es de alrededor de 15 días. En el caso de las pacientes que recibirán tratamiento contra el cáncer, pasado este tiempo se podrá iniciar la terapia oncológica.
Las probabilidades de que un embrión sobreviva a los procesos de congelación y descongelación, y por lo tanto, de lograr el embarazo, son mayores que las que se tienen con la vitrificación de óvulos o de tejido ovárico.
Por lo tanto, este tratamiento representa la mejor opción para la preservación de la fertilidad, sin embargo no conlleva la protección de la función ovárica.